MATILLA... OASIS COLONIAL.
- Sebastian Chang Brack
- 7 dic 2014
- 3 Min. de lectura
La construcción de la iglesia y del campanario en Matilla, es la señal -una más dentro de las tantas- más elocuente de la domesticación del desierto más árido del mundo. Allí en el oasis donde los españoles se asentaron para la colonización de estas tierras, los matillanos se dedicaron a la labor de erguir un templo y un campanario como una forma de afirmar su identidad religiosa y ciudadana. Matillanos constituidos, en el siglo XVI, por españoles, indios y negros.
Según los estudios del historiador Patricio Advis, en el año 1718 ya hay vestigios de la construcción de la vieja capilla. Poco o nada se sabe de su arquitectura.
La nueva iglesia con nave y campanario separado, está fechada en su construcción el año 1721. La construcción de este templo, señala a la vez, la autonomía respecto a Pica. El campanario, según Advis, es de estilo “criollo marginal”, que recoge desde la periferia la influencia que España ejerce en estos territorios. En 1768, la nave fue destruida por un sismo. Ambos monumentos, el templo y el campanario, deben entenderse y así lo afirma Patricio Advis, como un producto cultural y económico de siglo XVII.
Hay que decir también que esos monumentos implican una ruptura con el paisaje andino de la época. Las huacas y apachetas, monumentos andinos, ceden su lugar, no voluntariamente por cierto, a esta forma ibérica de construir la fe. Con el tiempo, y como ha sido la tónica de cruce entre catolicismo y costumbre andina, tanto la torre como el campanario, se hicieron parte de ese paisaje. Pensar a Matilla sin esas construcciones, es imposible.
Los matillanos han sabido construir su identidad en torno a estas dos materialidades. La sociabilidad matillana encuentra en la iglesia como en el campanario, el lugar y la fecha exacta para la congregación, para la expresión de la fe y sobre todo para la solidaridad. Cada 13 de junio con la celebración de San Antonio de Padua, los hombres y mujeres de este oasis, representado en el santo patrono, quien los protege, bailan y cantan agradecidos de la vida que brota de sus chacras.
Desde la última década del siglo XVI hasta comienzos del siglo XXI, los matillanos han visto como la expresión de su fe, se ha ido expresando en la construcción de templos. Desde la humilde capilla que fue fechada en el 1590, hasta la que ahora se recupera después de su destrucción por el sismo del año 2005, la iglesia vuelve a levantarse, tal como lo han hecho los matillanos cada vez que la crisis los golpea.
Por los patios exteriores de Matilla, sus calles, su plaza, su escuela, su sede social, transcurre la identidad matillana, expresada en sus alfajores, sus jugos de frutas, sus canciones, sus forma de hablar, en el brillo de sus ojos, en sus lágrimas derramadas cuando se cayó su iglesia, en los cientos de reuniones para organizar lo que hoy parece un sueño cumplido: alzar de nuevo la torre y la iglesia, que no es más que alzar su orgullo y su fe.
Bajo la dirección del joven presbítero matillano bachiller don Joseph de Loaiza y Morales, en el 1718, junto a otros españoles, indios y negros, se dieron a la tarea de construir lo que ahora de nuevo está de pie. El espíritu de esa sociedad diversa en lo étnico, pero desigual en lo económico, hizo posible el milagro de este monumento nacional.
A lo largo de la historia otros sismos causaron daños de consideración en su estructura, pero ninguno como el del 2005. Lo que permanece con fuerza, a pruebas de sismos socioculturales, es sin duda, la voluntad, el carácter y la identidad de los matillanos.
Hoy con la iglesia alzada hacia el cielo, Matilla vuelve a recuperar parte importante de su identidad. La obra empezada en 1718 continúa en pié.
Secuencia de las Iglesias de Matilla
Advis nos ofrece la siguiente cronología:
1590-1718, período en la que se construye un pequeño oratorio. En este lapso se edifica una capilla.
1718-1768. Se levanta la primera Santa Iglesia. Tiene nave y campanario separados, sacristía, baptisterio y camposanto. Se autonomiza de Pica. En 1768 un sismo destruye su Nave.
1768-1877. En 1768 se levante la Nave, pero ahora bajo una arquitectura “mestiza marginal”. Permaneció hasta mayo de 1877, cuando fue destruida por un violento sismo.
1877-1995. En 1877 se concluye la construcción de la nave, tiene un estilo neoclásico en carpintería de madera, propio del ciclo salitrero,
1995-2005. El sismo del 2005, destruye la Nave y el Campanario. Se reconstruye tratando de seguir los lineamientos originales.
Nota: La información histórica está basada en el texto de Patricio Advis: “La Iglesia Colonial de San Antonio de Matilla. Su origen, su fechado y sus transformaciones”. IECTA. Iquique, Chile
Fotografía: EducarChile.cl
Commenti